Una banda de ladrones aprovechó la ausencia de un comerciante para ejecutar un robo quirúrgico y brutal en una vivienda de calle 40. Según la denuncia, los delincuentes ingresaron por la parte trasera, reventaron un candado, una reja y hasta el sistema de alarma antes de destrozar una caja fuerte incrustada en la pared. Cuando el dueño regresó casi nueve horas después, encontró su casa convertida en un campo de batalla y sin el dinero guardado en el interior del cofre.
La escena que halló la Policía no fue menos dramática: habitaciones revueltas como si hubiese pasado un huracán, cajones arrancados y objetos tirados por toda la casa mientras los peritos buscaban huellas y fotografías que ayudaran a reconstruir el atraco. El hecho quedó caratulado como “robo”, y la Fiscalía Nº 20 ya tomó intervención mientras agentes de la Seccional Primera y la DDI revisan cámaras municipales y privadas en busca de cualquier movimiento sospechoso.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que los ladrones actuaron con absoluta precisión: sabían que el propietario no estaría y se movieron sin levantar sospechas entre los vecinos. Ahora, la Policía trabaja contrarreloj para identificar a los autores del golpe, mientras se recopilan testimonios en la cuadra y se analizan grabaciones que podrían haber captado el escape de los responsables de un robo que dejó al barrio en alerta máxima.