Avenida 2 vivió una tarde digna de una película de acción… pero sin ningún efecto especial. Cuatro autos quedaron hechos chatarra después de que un conductor de unos 50 años, señalado como Máximo Ezequiel Miranda, irrumpiera a toda velocidad y provocara un desastre que dejó a más de una familia al borde del colapso. La escena fue tan brutal que los vecinos hablaron de una “explosión” y de autos esparcidos como fichas de dominó.
Según los testigos, Miranda venía “a fondo” por la 2, ignorando por completo que era una tarde de calor, con la playa repleta y familias caminando por la zona. Para colmo, el test de alcoholemia le dio positivo, lo que convirtió la indignación vecinal en furia. “Si había alguien cruzando, hablábamos de muertos”, contó Yesica Cardoso, madre de uno de los damnificados, quien aún intenta entender cómo el responsable salió del hospital como si nada hubiera pasado.
Mientras los vehículos destrozados esperan peritajes y trámites que parecen eternos, las víctimas solo encuentran un sistema que, según denuncian, “no funciona para nadie”. Autos nuevos reducidos a escombros, jóvenes sin movilidad para ir a trabajar y un conductor liberado pese a los daños provocados alimentan un sentimiento común: la Avenida 2 es “una pista de carrera” donde la falta de conciencia al volante está a un paso de causar una tragedia real.