El mito del submarino nazi que habría emergido en las costas de Necochea vuelve a sacudir la historia argentina. El periodista e investigador Abel Basti reveló que una persona asegura haber conocido a cinco tripulantes alemanes que, tras la Segunda Guerra Mundial, se habrían refugiado nada menos que en la casa de su abuela. “Él mismo compartió momentos con ellos”, adelantó Basti, encendiendo nuevamente la chispa de uno de los enigmas más fascinantes del país.
El testimonio, que será difundido en los próximos días, promete abrir una grieta en la versión oficial. Basti sostiene que estos hombres formarían parte del misterioso submarino que llegó a Necochea tras la caída del Tercer Reich, y que su presencia podría estar ligada a una red internacional de fugas, pactos secretos y dinero manchado de guerra. “La supuesta muerte de Adolf H. es solo la punta del iceberg”, advirtió el investigador, dejando entrever un entramado de silencios y complicidades.
Mientras tanto, las aguas de Quequén vuelven a ser epicentro de teorías y obsesiones. En 2022 buzos detectaron un casco metálico bajo el mar con rasgos de un U-Boot alemán, lo que llevó al Senado bonaerense a declararlo de interés histórico. Hoy, con este nuevo relato en juego, el misterio del submarino nazi emerge otra vez desde las profundidades, recordándonos que algunos secretos —como los fantasmas— nunca terminan de hundirse.