Una noche de furia se vivió en una vivienda de la calle 89 de Necochea, donde un joven de 24 años perdió el control y desató un violento episodio que terminó con vidrios rotos, una mujer herida y la policía interviniendo a toda velocidad. Los vecinos, aterrados por los gritos, llamaron al 911 y alertaron sobre la brutal escena que se desarrollaba puertas adentro.
Cuando los efectivos llegaron al lugar, encontraron al sujeto fuera de sí, con una ventana hecha trizas y su pareja con una lesión visible en el rostro. La violencia había escalado al punto de obligar a los agentes a reducirlo en el acto. La víctima, conmocionada, fue trasladada a la Comisaría de la Mujer y la Familia para recibir asistencia y realizar la denuncia correspondiente.
El agresor no opuso resistencia al ser esposado y terminó alojado en la dependencia policial, a disposición de la Justicia. La causa fue caratulada como “lesiones y daño” e interviene la UFI Nº10 de Necochea. Otro caso de violencia doméstica que sacude a la ciudad y enciende la alarma sobre un problema que no deja de crecer.