Axel Kicillof volvió al centro de la escena con un movimiento de alto voltaje político: la presentación del Presupuesto 2026 bonaerense. Acompañado por su ministro de Economía, Pablo López, y rodeado de intendentes peronistas, el gobernador mostró sus números, su estrategia y —sobre todo— su pulseada con Javier Milei. En el majestuoso Salón Dorado de la Casa de Gobierno de La Plata, Kicillof desplegó su plan económico con un mensaje claro: necesita endeudarse para mantener a flote la provincia más grande del país.
A diferencia de otros años, el proyecto no fue enviado directamente a la Legislatura. El mandatario bonaerense quiso dar primero su propia versión ante cámaras, micrófonos y aliados. Allí explicó por qué busca autorización para tomar nueva deuda, argumentando que es la única forma de cumplir con los vencimientos que se aproximan. “La Nación nos debe 12,9 billones de pesos”, repitió como un mantra, apuntando con precisión quirúrgica hacia la Casa Rosada. La frase fue celebrada por sus seguidores y dejó en evidencia que la relación con el presidente libertario está más tensa que nunca.
El acto, que también funcionó como muestra de fuerza interna, reunió a intendentes del conurbano y del interior que llegaron a respaldar al gobernador en medio de las heridas abiertas dentro del peronismo. Mientras Kicillof habla de “resistencia económica” y “autonomía provincial”, sus detractores lo acusan de usar el presupuesto como bandera política contra Milei. Lo cierto es que el mandatario bonaerense no piensa ceder terreno: su séptimo año de gestión arranca con un mensaje directo a Nación y una advertencia para todos los frentes —la pelea recién empieza.