El tablero político arde y el peronismo huele sangre en seis rincones del país donde promete pelear voto a voto contra los libertarios de Milei. Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, Río Negro, Tierra del Fuego y Santa Cruz son los territorios donde el domingo puede pasar cualquier cosa. Desde los búnkers de Fuerza Patria se habla de “finales cerrados” y de un posible renacer del movimiento en distritos donde parecía condenado.
En el norte, Jorge Capitanich intenta resucitar su carrera política en Chaco enfrentando a un libertario que cuenta con el aval del gobernador radical Leandro Zdero. En Entre Ríos, el PJ busca recortar ventaja frente al oficialismo de Frigerio y a los libertarios aliados, soñando con un batacazo en la tierra donde las encuestas los dan nueve puntos abajo. Mientras tanto, Santa Fe se convirtió en el trofeo codiciado: Caren Tepp, de Ciudad Futura, busca arrebatarle la provincia a los libertarios en una pelea que promete extenderse hasta la madrugada del lunes.
En el sur, la batalla también es feroz. Martín Soria busca mantener la ventaja en Río Negro frente al empuje de Weretilnek y un tercer espacio libertario que crece en silencio. En Tierra del Fuego, Cristina López se consolidó en el sprint final y amenaza con romper el mapa político fueguino. Y en Santa Cruz, el sacerdote Juan Carlos Molina, bendecido por Cristina Kirchner, se mide con el oficialismo local en la tierra donde nació el kirchnerismo. Seis provincias, un solo domingo y una pregunta que quema: ¿volverá el peronismo a rugir?