Matías Sierra, el secretario de Desarrollo Productivo que ahora quiere una banca en el Concejo Deliberante, pasó por UNA RADIO LOCAL y dejó claro que su idea de “representar a los vecinos” incluye estar bien cerquita del poder. Según él, los concejales no deberían funcionar en forma independiente del Ejecutivo. Curioso, viniendo de alguien que busca ser parte del cuerpo que, justamente, debe controlar al intendente.
Durante la entrevista, Sierra se presentó como un servidor público de manual: honesto, trabajador, humilde… y con un currículum que arranca en 2019 cuando Arturo Rojas le abrió la puerta del municipio. Aseguró que puede “mirar a la cara a los vecinos” para contarles lo que hicieron desde la gestión. ¿Las promesas para el futuro? Habilitación exprés para comercios, fomento del empleo y la instalación de industrias. Sí, incluida esa famosa maltería que amenaza con clavarse al borde del río como si fuera una planta decorativa.
El candidato también deslizó que “estamos obligados a hacer algo por la ciudad”, aunque no aclaró si ese “algo” incluye escuchar a los que no forman parte del círculo del Ejecutivo. Para cerrar, justificó la llegada de la maltería con un “la ordenanza lo permite”, como si eso alcanzara para calmar las aguas turbias que levantó el proyecto. Por lo visto, Sierra no solo quiere legislar: quiere hacerlo en piloto automático con el intendente al volante.