Una banda de ladrones de camionetas que venía sembrando el pánico en la región fue finalmente desbaratada tras un golpe comando a una concesionaria de Batán. Encapuchados, armados y sin piedad, los delincuentes irrumpieron en “Automotores Batán”, redujeron a tres empleados —de 73, 43 y 25 años— y se alzaron con una Toyota Hilux, un botín en efectivo de casi un millón de pesos y varios celulares. Entraron como sombras y salieron rugiendo sobre cuatro ruedas.
La pesadilla no terminó ahí. Dos días antes, otro hecho calcado encendió las alarmas: un hombre fue encañonado a la salida de una pizzería en Mar del Plata y perdió su Volkswagen Amarok blindada en segundos. Ambos robos tenían el mismo sello: violencia, precisión y camionetas como objetivo. Pero el golpe de suerte llegó gracias a un celular rastreado por satélite y cámaras de seguridad que llevaron a la policía directo a una casa en Playa Los Lobos.
El allanamiento fue de película: encontraron la Hilux robada, dos pistolas listas para disparar, municiones, celulares y hasta la chapa de la Amarok. Una mujer de 37 años fue arrestada por encubrimiento, aunque quedó libre. Ahora la Justicia va tras los peces gordos de esta banda que hacía de las pick-ups su botín favorito. ¿El dato que más aterra? No se descarta que haya más integrantes aún sueltos… y más robos planeados.