Se le acabó la épica al exsecretario de Comercio Interior: Guillermo Moreno fue condenado a 3 años de prisión en suspenso y 6 de inhabilitación para ejercer cargos públicos por su intervención fantasma —pero no tan invisible— en el INDEC, donde el índice de precios se cocinaba más que un guiso de campaña. La Cámara de Casación le bajó el martillo al peronista duro, y ahora solo le queda la Corte Suprema para seguir esquivando la cárcel.
El fallo confirma que entre 2006 y 2007, Moreno metió mano donde no debía: se metió en el INDEC como un cuervo en corral ajeno, exigió saber quién decía qué, pidió nombres, retocó cifras y provocó un éxodo técnico digno de película de terror. Los jueces vieron todo esto como abuso de autoridad con combo incluido: destrucción de registros públicos y maltrato interno. Especial mención para las mujeres del organismo, que —según el fallo— fueron las más maltratadas por el “estilo Moreno”.
Mientras el exfuncionario sigue paseando su línea “Principios y Valores” como si nada hubiera pasado, la Justicia le recuerda que los números no se inflan gratis. En sus últimas apariciones, se lo vio pegado a Victoria Villarruel y tirando dardos contra Milei, a quien le dictó la extremaunción económica por radio. Pero esta vez, el que quedó bajo tierra judicial fue él. La era del apriete y el índice mentiroso ya tiene veredicto.