En Villa Zabala, una pequeña comunidad de Necochea, los vecinos decidieron no esperar más. Luego de ver cómo una cabaña era devorada por las llamas sin poder hacer nada más que mirar, se pusieron manos a la obra y construyeron su propio carro para combatir incendios. “Fue horrible ver cómo se quemaba todo y no tener con qué ayudar”, dijeron al borde de la indignación.
El problema: los bomberos llegan, sí, pero muchas veces tarde, porque están a kilómetros de distancia. Así que uno de los vecinos consiguió un tráiler con un tanque de mil litros, compraron una motobomba y con lo que recaudaron en una vaquita virtual –más de 50 transferencias bancarias entre amigos y familiares– crearon una verdadera máquina de guerra contra el fuego. ¡Ni el A-Team lo hubiese hecho mejor!
Pero no terminó ahí: el carro fue soldado, pintado y tuneado entre todos, con asesoramiento de un experto en guardaparques que se sumó al operativo. “Uno ponía las ruedas, otro la pintura, otro soldaba… esto fue puro trabajo en equipo”, contaron con orgullo. Ahora, Villa Zabala está lista para plantarle cara al fuego desde el primer minuto.