El escenario político nacional atraviesa un momento de alta tensión con la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) como eje de debate. Mientras el gobierno busca avanzar con este proyecto en sesiones extraordinarias, sectores de la oposición, encabezados por el PRO y La Libertad Avanza, cuestionan las intenciones del oficialismo. Desde el Senado, voces peronistas y aliadas advierten sobre una posible paralización del recinto debido a los múltiples intereses cruzados que rodean las negociaciones, incluyendo los pliegos de jueces para la Corte Suprema y el proyecto de Ficha Limpia.
Cristina Kirchner, activa desde el Instituto Patria, ha adoptado un papel central en las estrategias legislativas del kirchnerismo, aunque mantiene dudas sobre apoyar plenamente la eliminación de las PASO. Según fuentes cercanas, la ex presidenta estaría evaluando cómo esta medida podría impactar electoralmente en distritos clave, como la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof busca reafirmar su liderazgo. Mientras tanto, el Ejecutivo intenta obtener consensos en el Congreso, delegando el diálogo a figuras como Santiago Caputo y Sebastián Amerio, quienes han sumado el apoyo de algunos gobernadores, pero no logran destrabar las diferencias internas del peronismo.
Por su parte, el PRO enfrenta sus propios desafíos, con tensiones entre sus bloques en la Ciudad de Buenos Aires tras la convocatoria a sesiones extraordinarias de Jorge Macri para suspender las PASO en el distrito. La postura de La Libertad Avanza, que busca eliminar las primarias a nivel nacional, y las diferencias internas en Juntos por el Cambio complican aún más el panorama. A medida que las negociaciones avanzan, queda claro que el consenso político se encuentra lejos, dejando un clima de incertidumbre de cara a las definiciones electorales del año.