El Gobierno nacional trabaja en la reforma del Código Penal con el objetivo de establecer penas más severas para delitos graves y garantizar que la cadena perpetua sea verdaderamente de por vida. La iniciativa, que será presentada en las próximas sesiones ordinarias del Congreso, se centra en el endurecimiento de condenas para violadores y homicidas, en un intento por reforzar la política de seguridad impulsada por la administración de Javier Milei.
El proyecto ha sido elaborado por un equipo de especialistas encabezado por el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, junto a juristas y magistrados que integran la Comisión de Reforma del Código Penal. Entre los cambios propuestos, se prevé elevar la pena mínima y máxima para casos de abuso sexual y eliminar la posibilidad de libertad condicional para condenas a cadena perpetua. “Queremos que las penas sean efectivamente cumplidas y que los delincuentes no vuelvan a las calles después de pocos años”, aseguraron fuentes oficiales.
En paralelo, el Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, estudia la implementación de cárceles de gestión privada como alternativa a la sobrepoblación en los penales estatales. Este modelo, que ya ha sido anunciado en la Ciudad de Buenos Aires, busca optimizar los recursos y mejorar las condiciones de reclusión. La reforma del Código Penal y la reestructuración del sistema penitenciario forman parte de una estrategia integral que el Gobierno pretende consolidar en los próximos meses.