El Gobierno avanza con cambios en la Cancillería

Ajustes de gasto y renovaciones en sedes clave

El Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezado por Gerardo Werthein, está llevando adelante un profundo rediseño en su estructura, con el objetivo de reducir gastos, eliminar beneficios considerados excesivos y alinear la diplomacia a la política exterior impulsada por el presidente Javier Milei. En este marco, uno de los primeros movimientos fue la unificación de las dos representaciones que Argentina tenía en Montevideo, Uruguay: la embajada y la sede ante la ALADI. Esta decisión significó la convocatoria de regreso del embajador Martín García Moritán, quien además cumplió con la edad límite para jubilarse, establecida por la Ley de Servicio Exterior.

El ajuste no se limita a la reducción de sedes diplomáticas. En paralelo, la Cancillería avanza con la jubilación obligatoria de más de 30 diplomáticos que ya superaron la edad reglamentaria para mantenerse en funciones. Según fuentes oficiales, el objetivo es terminar con lo que consideran privilegios dentro del cuerpo diplomático, donde algunos funcionarios perciben salarios muy superiores a los de otros empleados del Estado. “No puede haber más excepciones. Si cumplieron la edad, deben retirarse”, aseguraron desde el Palacio San Martín, destacando que esta medida apunta a un uso más eficiente de los recursos públicos.

Otro foco de atención es la sede diplomática en España, uno de los destinos más relevantes para la política exterior argentina. Aunque aún no se confirma quién será el nuevo embajador en Madrid, se anticipa que el cargo recaerá en un empresario con un perfil económico. La designación busca reforzar los vínculos comerciales con la Unión Europea y marcar un cambio de estilo en la diplomacia argentina. Desde la Cancillería explicaron que estos cambios forman parte de un proceso más amplio para profesionalizar el servicio exterior y evitar que los diplomáticos se aparten de la línea política definida por el Ejecutivo.