Avances y desafíos en el proyecto político de Milei y Caputo hacia 2025

El plan delineado por Santiago Caputo y respaldado por Javier Milei para rediseñar el mapa político argentino avanza con fuerza hacia 2025. Este esquema busca consolidar un espacio de centroderecha que integre al oficialismo, al PRO y sectores del radicalismo y peronismo no kirchnerista, enfrentando a una Oposición liderada por Cristina Kirchner y la izquierda. Los recientes acercamientos de figuras como Diego Kravetz y Rogelio Frigerio al gobierno libertario evidencian el impacto de esta estrategia en las estructuras políticas tradicionales.

Sin embargo, el proyecto enfrenta tensiones internas en sus aliados clave. Dentro del PRO, surgen críticas hacia Mauricio Macri, a quien algunos dirigentes acusan de priorizar el “macrismo” sobre el partido. Mientras tanto, en la UCR, sectores como los liderados por Rodrigo de Loredo y Mariano Campero coquetean abiertamente con La Libertad Avanza, aunque el partido enfrenta divisiones internas por esta cercanía. En paralelo, gobernadores peronistas como Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil buscan alianzas estratégicas con Milei, desdibujando aún más las fronteras políticas tradicionales.

Pese a los avances, el oficialismo no parece confiar únicamente en el control de la inflación y la seguridad como pilares de su estrategia electoral. A medida que se acerca la elección legislativa de 2025, queda claro que el gobierno deberá reforzar el poder adquisitivo de sectores clave como la clase media y los jubilados. Sin una recuperación económica tangible, el ambicioso objetivo de alcanzar el 50% de los votos podría ser inalcanzable, y las promesas de cambios profundos corren el riesgo de diluirse en medio de tensiones y contradicciones internas.