Cristina Kirchner volvió a escena… ¡y con todo! Desde su lujoso departamento de Constitución —convertido en sede de resistencia K— la expresidenta pateó el tablero político con un audio explosivo que sonó a todo volumen en Plaza de Mayo. Condenada, inhabilitada y con prisión domiciliaria, Cristina se saltó la cautela judicial y se puso en modo candidata. “No me dejan competir porque saben que pierden”, gritó en clave épica. ¿Autovictimización o relanzamiento?
El acto que iba a ser una movilización de apoyo terminó siendo un show exclusivo de CFK. Lejos de hablar del peronismo o del país, Cristina eligió ponerse en el centro del escenario. Llamó “cachivaches” a los jueces, denunció que Caputo “alquila dólares” y aseguró que el modelo de Milei “se cae como yogur vencido”. Como si la condena no existiera, prometió regresar “con más unidad y fuerza”. Todo mientras asegura que ni puede regar las plantas. Dramática hasta la última gota.
La pregunta ahora no es si va a volver, sino cómo. Porque con seis años de condena encima, una inhabilitación perpetua y la Corte Suprema cerrando la puerta, la líder K juega su última carta: el relato. Mientras tanto, en el peronismo se preguntan si hay vida más allá de Cristina o si seguirán atados al balcón que la Justicia ya le clausuró.