La noche del viernes en Quequén quedó teñida de luto. Florencia Spada, de apenas 28 años, perdió la vida en un brutal accidente mientras iba rumbo a su trabajo en moto por la avenida 578. Un Fiat Siena dobló en la esquina y, en cuestión de segundos, la joven terminó en el asfalto con heridas que ni el casco pudo evitar. Murió poco después en el Hospital Ferreyra.
Florencia era muy querida: exalumna de la Secundaria 7, moza en una parrilla local y recordada por su simpatía. Había comprado su moto Honda Navi rosa en febrero y la mostraba con orgullo en redes sociales. Sus clientes y amigos inundaron las publicaciones con mensajes de dolor y recuerdos de su eterna sonrisa. Una vida llena de proyectos apagada de golpe en plena rutina laboral.
El conductor del auto, un joven de 27 años, frenó de inmediato y trató de asistirla, aunque ya no había nada que hacer. La Justicia investiga si hubo impacto directo o si la maniobra evasiva terminó siendo mortal. Mientras tanto, la causa fue caratulada como “homicidio culposo” y los vecinos de Quequén lloran la pérdida de una joven que se había ganado un lugar en el corazón de todos.