Quequén amaneció herida. Bancos destrozados, estructuras dañadas y espacios recién arreglados convertidos en escombros por la mano cobarde del vandalismo. La Delegación Municipal ya está tras los pasos de los responsables, y las cámaras de seguridad de vecinos podrían ser la clave para dar con los autores del desastre.
El ataque ocurrió sobre la calle 502, entre 531 y 541, justo en una zona que había sido reacondicionada por el municipio para disfrute de la comunidad. Pero lo que debería haber sido un lugar de encuentro se transformó en escenario de destrucción gratuita. Desde la Municipalidad de Necochea lanzaron un comunicado cargado de indignación, prometiendo sanciones y acciones concretas… aunque por ahora, solo hay promesas.
Mientras tanto, el pedido a la ciudadanía es claro: que hablen, que denuncien, que no se callen. Porque si los vándalos siguen actuando impunes, los únicos que pierden son los vecinos. La ciudad no puede seguir siendo rehén de inadaptados que destruyen lo que es de todos.