La sección 10 de UATRE en Quequén se ha convertido en un verdadero campo de batalla. La presencia de un grupo que, según múltiples denuncias, ópera con violencia y amenazas, ha generado un clima de tensión extrema dentro del gremio. Eduardo “Mejo” Davico y su hermano Juan son señalados como los líderes de esta estructura, que impide el funcionamiento normal de la sede y mantiene en vilo a los trabajadores de la estiba.
El conflicto se agravó en septiembre del año pasado, cuando un grupo liderado por Davico habría atacado con golpes y amenazas armadas al interventor Jorge Alarco, enviado por el secretario general de la UATRE, José Voytenco, para normalizar la situación en la Bolsa de Trabajo. Este violento episodio derivó en una causa judicial por “portación de arma de guerra y amenazas coactivas agravadas”, pero la tensión no terminó ahí. Ahora, nuevas denuncias refuerzan las acusaciones contra los Davico, incluyendo presuntas maniobras de cobro ilegal de tarifas dentro de la sede sindical.
El empresario papero José Alberto Ortiz denunció recientemente al clan Davico por “exacciones ilegales”, lo que se suma a causas previas por uso ilegal de armas y privación ilegítima de la libertad. Mientras la Justicia avanza en las investigaciones, los afiliados de UATRE viven con miedo y denuncian que la sede sigue bajo control de este grupo, que opera sin restricciones. La incertidumbre crece y muchos se preguntan hasta cuándo la violencia seguirá marcando el destino del gremio.