En un domingo de urnas frías y participación tibia, las provincias de Salta, Jujuy, Chaco y San Luis dejaron un mensaje demoledor para los gigantes de la vieja política: el peronismo fue arrasado, el PRO quedó desdibujado y La Libertad Avanza se metió por la ventana con más fuerza de la esperada. Mientras Cristina Kirchner y Mauricio Macri intentan mantener sus liderazgos con alambre, el mileísmo crece como tormenta de verano, rápido y disruptivo.
Cristina apostó a controlar los hilos del PJ en Salta y Jujuy, pero terminó con listas partidas y derrotas humillantes. Rodríguez Saá y Capitanich mordieron el polvo electoral quedando a casi 20 puntos de los ganadores. La expresidenta quedó arrinconada en un kirchnerismo provincial, cuestionada por Kicillof y varios intendentes que ya hacen fila para sucederla. Del otro lado, Macri no encuentra brújula: el PRO se diluye en todo el país y ni siquiera CABA, su bastión histórico, está asegurado.
La Libertad Avanza, con Karina Milei manejando la batuta desde las sombras, festejó como campeón: ganó en Chaco, sorprendió en Salta y se consolidó en Jujuy. Mientras los dinosaurios de la política se pisan entre sí, los libertarios se convirtieron en la principal fuerza opositora en varias provincias. Y ojo, que esto recién empieza. Las urnas hablaron, y los gritos del cambio se oyen cada vez más fuerte.