Con la campaña al borde del cierre, Matías Sierra sacó de la galera un supuesto “plan de alivio fiscal” para jubilados y pensionados de Necochea. La propuesta, que promete descuentos y exenciones en tasas municipales recién a partir de 2026, llegó con bombos, platillos y discursos emotivos. Pero lo que realmente genera ruido es la desfachatez: hace seis años que gobiernan y recién ahora se acuerdan de los abuelos.
El anuncio se presentó como un gesto de sensibilidad, con frases sobre “reconocer el esfuerzo de toda una vida”. Sin embargo, la realidad golpea más fuerte: los jubilados siguen gastando fortunas en medicamentos que deberían estar cubiertos y sobreviven con haberes mínimos que no alcanzan. Mientras tanto, el oficialismo de Rojas y compañía recién en plena campaña se acuerda de plantear medidas que deberían haber sido prioridad desde el día uno.
Lo que queda claro es que Sierra busca votos fáciles apelando a un sector castigado y olvidado durante toda la gestión. Usar el dolor de los jubilados como propaganda electoral no solo es oportunismo, es una vergüenza. Necochea no necesita más promesas en los micrófonos, necesita hechos concretos, y esos nunca aparecieron en estos seis años de gobierno.