Después de años al frente de la Secretaría de Turismo, Matías Sierra parece haber caído en la cuenta de lo que cualquier comerciante de la peatonal podría decirle en dos segundos: el verdadero desafío no es que el turista llegue, sino que quiera quedarse. Gracias a Dios, al fin lo entendió, aunque la pregunta es por qué recién ahora.
Con declaraciones grandilocuentes, Sierra anunció un calendario de eventos, ferias y festejos en la Plaza Dardo Rocha, como si eso fuera suficiente para revertir temporadas que ya no alcanzan ni al 60% de la ocupación de otros años. Mientras tanto, las quejas de hoteleros y prestadores siguen siendo las mismas: falta de incentivos reales, propuestas competitivas y un plan sostenido más allá de la campaña política de turno.
El funcionario —ahora también concejal electo— habló de descuentos, beneficios y obras menores como señalética y bajadas inclusivas, pero la sensación general es que son parches frente a un problema estructural. Necochea necesita políticas serias que garanticen que el turista regrese, no discursos que llegan tarde. Porque si la solución es “que no se vaya”, entonces queda claro que hasta ahora no tenían ni idea de qué hacer para retenerlo.