La política local arrancó el viernes con la velocidad de una picadora de papeles: 69 expedientes y un Concejo Deliberante en ebullición que, entre cambios de presidente, reclamos ambientales y pedidos de prórrogas de remises, no da respiro. El debut de Marcelo Schwarz como titular del cuerpo legislativo no fue simbólico: le tiraron encima una montaña de carpetas que incluyen desde licencias maternales hasta un archivo del 2018 pidiendo… ¡una central telefónica para el HCD! Mientras tanto, su antecesor, Guillermo Sánchez, armó rancho aparte con su flamante mini-bloque.
La sesión fue un festival de resoluciones: homenajes, exenciones impositivas, reconocimientos culturales, y como condimento más picante, una resolución de la Agrupación Comunal Transformadora exigiendo al Ejecutivo un plan integral para cerrar los basurales a cielo abierto, tema caliente que arrastra olor a promesa vencida desde 2023. Pero lejos de la bronca, el reclamo entró en modo zen y nadie levantó la voz por la demora en la planta separadora. Cero quilombo, pero el expediente quedó anotado.
Y como en todo buen capítulo del realismo político necochense, no faltaron las escenas de color: se nombró a un “Embajador Turístico”, se reconoció un concurso de manchas estilo Quinquela Martín, y hasta se declaró de interés público la “Semana del Parto Respetado”. ¿Conclusión? El HCD no duerme, pero tampoco siempre resuelve. Entre el papeleo eterno y la rosca silenciosa, la verdadera pregunta es: ¿quién se anima a leer todos los puntos del orden del día sin pestañear?