La amenaza de que desaparezca el beneficio de la Zona Fría tiene a más de un vecino de Necochea y Quequén con los pelos de punta. Silvia Jensen, referente local y voz activa en la Comisión de Usuarios del ENARGAS, prendió la alarma y advirtió que, si el Gobierno Nacional elimina este régimen, las facturas de gas podrían pegar un salto brutal del 30 al 50%. En medio del invierno, la bronca ya empieza a calentar los hogares… pero no con estufas.
“Los más golpeados van a ser los que menos tienen”, tiró Jensen sin anestesia. Jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH serían los principales perjudicados, con subas que podrían devorar hasta la mitad de sus ingresos mensuales solo en gas. Para el resto de los usuarios, el incremento no será menor: se estima en un 30% promedio, en un contexto donde el poder adquisitivo ya está por el piso.
La dirigente fue tajante: “Esto pega de lleno en el presupuesto familiar”. Según explicó, ese dinero que hoy se usa para alimentos, medicamentos o ropa de abrigo tendría que redirigirse al pago de boletas. “Es plata que se va por el caño del gas y no vuelve”, resumió con crudeza. Así, mientras el termómetro baja, las tarifas suben y las familias temen lo peor: pasar frío… o fundirse intentando evitarlo.