Después del escándalo por la caída del proyecto Ficha Limpia —con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y el PRO— ahora el Gobierno de Javier Milei intenta despegarse de otro tema caliente: la ampliación de la Corte Suprema. Como si no hubiera pasado nada, el vocero Manuel Adorni apareció este martes para asegurar que el proyecto que busca sumar jueces al máximo tribunal “no está en la agenda” de La Libertad Avanza. Eso sí, se olvidó de mencionar que fue el mismísimo Milei quien había impulsado por decreto a sus propios candidatos meses atrás.
La propuesta de aumentar de cinco a siete los miembros de la Corte fue presentada por el senador salteño Juan Carlos Romero, quien insiste en que así se mejora el “federalismo y la representatividad”. Pero en medio de las críticas y la sospecha de pactos oscuros entre libertarios y kirchneristas, el oficialismo ahora se hace el desentendido. “Nosotros no fuimos”, repiten desde la Casa Rosada, como si la idea nunca hubiese rondado los pasillos libertarios.
Mientras tanto, el fuego cruzado con el PRO se intensifica y la interna opositora hace su propio show. Romero asegura que su intención es noble y hasta quiere limitar la cantidad de jueces del mismo sexo en la Corte. Pero el trasfondo es otro: entre maniobras para colonizar la Justicia y pases de factura por Ficha Limpia, la política argentina sigue jugando con las instituciones como si fueran fichas de un TEG… y nadie se hace cargo cuando explota todo.