La Ciudad de Buenos Aires arrancó el año con un sacudón en los bolsillos: la inflación de marzo trepó al 3,2%, dejando a vecinos con las cuentas al rojo vivo. El dato, que representa más de un punto por encima del número de febrero, confirma lo que ya todos sienten cada vez que hacen las compras o pagan el colegio: vivir en la capital es cada vez más caro. El alza acumulada del primer trimestre ya alcanza el 8,6%, y la cuenta sigue sumando.
¿Los mayores culpables? Las cuotas de los colegios privados, que volaron un 14,3% y dejaron a los padres haciendo malabares para llegar a fin de mes. A eso se suman los clásicos sospechosos de siempre: las verduras se dispararon más de un 25%, las carnes superaron el 5%, y hasta el boleto de subte metió su subidita del mes. Mientras tanto, los alquileres y las expensas también hicieron su parte para que el rubro vivienda no se quedara atrás. Todo, claro, con una sonrisa irónica del índice de precios al consumidor.
El viernes se espera el veredicto del INDEC a nivel nacional, y los analistas ya apuntan a un 2,5% de inflación para marzo en todo el país. Pero si en CABA ya estamos por encima de eso, ¿qué nos espera en los meses que vienen? Por ahora, los porteños se aferran al changuito, al ticket y al milagro. Porque ahorrar, en esta ciudad, es cosa del pasado.