El intendente Arturo Rojas vuelve a salir de gira, esta vez con su “Oficina Móvil” como si fuera una banda de rock en decadencia que busca recuperar público. El próximo miércoles 25, hará escala en el barrio Seis Esquinas de Quequén, con base en el CAPS “Marta Acacio”. Acompañado por su troupe de funcionarios, promete escuchar a los vecinos cara a cara. Pero ojo: ya no quedan muchos que no hayan escuchado lo mismo en paradas anteriores.
La estrategia es clara: dar la cara, repartir un par de vacunas y unos botones antipánico, y salir en la foto. Habrá dosis para perros, gatos y chicos de 11 años, además de entregas simbólicas que simulan gestión, como los dispositivos para víctimas de violencia. Todo muy útil, aunque muchos se preguntan si no sería mejor que funcionaran las oficinas fijas antes que andar paseando las móviles.
Con cada parada, Rojas busca fortalecer su narrativa de “gobierno cercano”. Pero lo cierto es que la desconfianza también viaja en el tráiler. ¿Escucha realmente o toma nota para la próxima campaña? La pregunta queda picando entre promesas recicladas, funcionarios con cara de póker y vecinos que ya se cansaron de esperar que las soluciones lleguen más rápido que el micro oficial.