Mientras los vecinos de Necochea lidian a diario con robos, calles sin patrullas y cámaras que no funcionan, el intendente Arturo Rojas se fue de gira a San Miguel, donde firmó con bombos y platillos un convenio para traer el programa “Ojos en Alerta”. ¿La solución mágica? Que los ciudadanos ahora también vigilen por WhatsApp, como si no tuvieran suficiente con sobrevivir.
Acompañado por su séquito, Rojas recorrió centros de monitoreo de otro municipio y recibió regalitos del intendente anfitrión, mientras en su propia ciudad el centro de monitoreo local no da abasto, el botón antipánico es un mito urbano y la policía hace lo que puede con recursos al límite. Su equipo lo vendió como “una herramienta más”, pero da la sensación de que en lugar de más seguridad, lo único que llega es más marketing.
Lo curioso es que tras ver el sistema de San Miguel, la secretaria de Gobierno aseguró que Necochea “tiene todos los recursos para hacer lo mismo”. Si eso es cierto, la pregunta cae de maduro: ¿qué están esperando para usarlos? Mientras la inseguridad no para de crecer, la gestión de Rojas sigue sacándose fotos, firmando convenios y pateando la pelota para adelante. Pero los vecinos ya no comen vidrio: necesitan respuestas reales, no excursiones institucionales.