Un nuevo aniversario del Paso a la Inmortalidad de San Martín se conmemoró en Necochea y, como era de esperar, el intendente Arturo Rojas aprovechó el acto para pararse frente al micrófono y dar un discurso lleno de frases grandilocuentes. Habló de “libertad” y “soberanía”, dos palabras que suenan fuertes en boca de un político que viene hipotecando a la ciudad con deudas y promesas incumplidas.
El homenaje, que tuvo lugar en el Monumento a San Martín, fue escenario de la clásica foto: ofrenda floral, autoridades formales, fuerzas de seguridad y un Rojas que intentó ponerse el traje de estadista. Pero la realidad golpea más fuerte que cualquier discurso: calles destruidas, barrios olvidados y una gestión que no logra sacar a Necochea del pozo. ¿De qué libertad habla el intendente si los vecinos no pueden ni circular tranquilos por la ciudad?
Después de llenar el aire de palabras sobre compromiso y valores, la comitiva se trasladó a la plaza de la villa balnearia para repetir el ritual de las flores. Todo muy solemne, todo muy simbólico. Mientras tanto, los necochenses siguen esperando que ese mismo compromiso que Rojas exige a la gente se transforme, al menos una vez, en soluciones concretas y no en actos protocolares que solo sirven para la campaña electoral.