La Municipalidad anunció que avanza con la segunda etapa de una obra clave para mejorar el sistema cloacal en la zona norte de Necochea. Se trata de una cañería de 250 milímetros que conectará distintos barrios con la planta impulsora de avenida 43, buscando aliviar sectores críticos como Banco Provincia, Alpalac, UOCRA y Matadero.
El proyecto, largamente prometido, aparece recién ahora como “prioridad” del intendente Arturo Rojas, quien parece recordar las necesidades básicas de los vecinos únicamente en tiempos de elecciones. Durante años los reclamos por cloacas colapsadas y falta de conexiones se acumularon sin respuesta, pero en plena campaña el intendente se muestra como gestor de soluciones.
Rojas asegura que la obra se lleva adelante con recursos propios y personal municipal, intentando mostrarse austero y eficiente. Sin embargo, la realidad es que Necochea aún arrastra problemas estructurales y las cloacas se suman a una larga lista de deudas pendientes. El patrón se repite: cada elección trae un anuncio, pero los vecinos saben que, pasada la votación, el ritmo de trabajo suele desaparecer junto con la propaganda.