En pleno año electoral y con el GPS apuntando a las urnas, el intendente Arturo Rojas decidió sacar a pasear su “Oficina Móvil” con más entusiasmo que un candidato debutante. Esta semana redobla la apuesta: el jueves desembarca en el Club Danés con todo su gabinete y el viernes traslada el show político a Ramón Santamarina. ¿El objetivo? Mostrar presencia, sumar fotos y cruzar dedos para que la memoria vecinal funcione a la hora del voto.
El operativo incluye desde vacunación para chicos, mascotas y hasta instalación de botones antipánico, en una jugada que mezcla salud, seguridad y marketing municipal. No falta nada: charlas, servicios y selfies con el jefe comunal, que aprovecha cada parada para reforzar el “contacto directo con el vecino” mientras los afiches de campaña se cocinan a fuego lento.
Pero más allá del disfraz de cercanía, el trasfondo es claro: con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, Rojas necesita reforzar su base, marcar territorio y convencer a los indecisos con promesas, presencia y panfletos. El tour de la Oficina Móvil no es solo gestión… es campaña sobre ruedas.