Javier Milei sigue coqueteando con el sueño americano. Esta vez recibió en Casa Rosada a Kristi Noem, la jefa de Seguridad de los Estados Unidos y aliada de hierro de Donald Trump, con un objetivo ambicioso: que los argentinos puedan viajar a EE.UU. sin necesidad de visa. Entre fotos sonrientes y promesas diplomáticas, el Presidente argentino busca colarse en el Visa Waiver Program, ese club exclusivo donde no hay que pasar por el suplicio del consulado para ir de shopping a Miami.
La visita de Noem —una de las espadas de Trump contra la inmigración ilegal— no fue solo protocolo. Antes de verse con Milei, firmó junto a Patricia Bullrich un memorando para rastrear prófugos argentinos que estén en la mira de la justicia yanqui. Sí, entre una habilitación migratoria y otra, también se habló de deportaciones. Todo en nombre de la “cooperación internacional”. La postal del día: Milei, Bullrich, Werthein y Noem, como si fuera la cumbre de seguridad de la nueva derecha continental.
¿Y qué se viene? Según el Gobierno, podrían permitir que los trámites de aduana se hagan directamente en aeropuertos argentinos, una especie de “check-in migratorio” made in USA. Además, Milei ya firmaría en breve una carta de intención para entrar al Visa Waiver. Si lo consigue, será una medalla geopolítica que colgará al lado de su foto con Trump en Mar-a-Lago. Pero ojo, que por ahora es solo promesa. Como dice el refrán americano: don’t count your chickens before they hatch.