La noche en Necochea no fue solo de luces y motores: también hubo sirenas, multas y varios que se quedaron a pata. En un megaoperativo desplegado sobre la Diagonal y zonas cercanas, más de diez autos y una moto fueron secuestrados por no tener papeles en regla y, en varios casos, por conductores que venían con un trago de más. El alcohol al volante volvió a cobrar víctimas… esta vez, en forma de licencias retenidas.
El despliegue fue digno de película: participaron agentes de Tránsito, la DDI, la División de Transporte y hasta el área de Drogas Ilícitas. Todos alineados para dejar claro que el descontrol tiene precio y la calle no es para jugar a ser Dominic Toretto después de una birra.
Fuentes oficiales aseguraron que la movida buscó reforzar la seguridad vial y evitar que las madrugadas terminen en tragedia. Pero para los que creían que podían escaparse de los controles, la noche terminó con el auto en la grúa y una linda historia para contarle al juez.