Necochea a oscuras: el Municipio vende humo con las luces LED

El intendente Arturo Rojas salió a festejar como si hubiese iluminado París, pero la realidad es otra: apenas un puñado de cuadras tienen luces nuevas mientras el resto de Necochea y Quequén siguen sumidas en la penumbra. El municipio presume haber cambiado 580 luminarias, pero el número suena ridículo frente a la necesidad real de barrios enteros donde los vecinos siguen caminando a ciegas y rogando por seguridad.

El show de los anuncios continúa: que 35% de avance, que tecnología LED, que calles modernas y seguras… Lo cierto es que la mayoría de las zonas populares siguen abandonadas, mientras se priorizan las cuadrículas céntricas para la foto de campaña. El contraste es brutal: en el centro brillan las luces, en la periferia reinan los robos y los pozos que nadie tapa.

Los vecinos lo saben: el municipio se enciende solo cuando hay elecciones cerca. De día prometen modernización, de noche la ciudad sigue siendo un mapa de sombras. Y mientras Rojas celebra su “plan sustentable”, la gente se pregunta qué es más eficiente: la nueva lámpara LED o la vieja linterna que llevan en el bolsillo para volver a casa.