Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata y candidato a senador por Buenos Aires, aterrizó en Necochea con un mensaje afilado y sin anestesia: “El problema es cuando la ideología le jode la vida a la gente”. De la mano de Mariano Valiante y para respaldar a Juan Cerezuela, su apuesta local, Montenegro combinó foto, acto político y conferencia con un claro objetivo: reforzar la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO para, según dijo, sacar al kirchnerismo de la provincia después de dos décadas.
En modo campaña, Montenegro disparó contra la gestión bonaerense, acusándola de “defender a los chorros” y frenar el accionar de la Patrulla Municipal en Mar del Plata, esa que —según él— enfrenta trapitos, usurpaciones y delitos callejeros. Además, se despachó contra la “hipocresía” de criticar la falta de obra pública de Milei cuando, asegura, ni Alberto Fernández ni Axel Kicillof invirtieron un peso en rutas o infraestructura en su distrito. Como receta, propuso creatividad, inversión privada y menos trabas burocráticas.
La visita dejó una foto potente: Montenegro, Valiante y Cerezuela unidos bajo el mismo sello, con un discurso que mezcla seguridad, obra privada y un objetivo sin disimulo: “derrotar al kirchnerismo en Buenos Aires”. El marplatense dejó claro que no piensa en cargos nacionales, sino en la pelea electoral inmediata, apostando a que “la gente que se levanta temprano a laburar” respalde un cambio de rumbo.