Necochea fue escenario de la primera edición de “Modo Emprender”, un evento que el municipio presentó como un gran éxito y que reunió stands, charlas y espectáculos en el Centro Vasco. Sin embargo, lo que debería ser una verdadera vidriera para los trabajadores y pequeños productores locales terminó pareciendo más un acto de campaña camuflado, con Arturo Rojas sacándose fotos y felicitando a su propio equipo.
El intendente, fiel a su estilo, se paseó por los pasillos repartiendo frases hechas sobre el esfuerzo de los emprendedores y la importancia de acompañarlos. Todo muy lindo, pero la puesta en escena estuvo más cerca de un festival electoral que de un apoyo real: luces, magos, shows y un despliegue mediático que contrasta con la falta de soluciones concretas para los problemas cotidianos que sufren los emprendedores durante todo el año, como los impuestos y la burocracia municipal.
Mientras Rojas agradecía a sus funcionarios y repetía el libreto de siempre, los vecinos notaban el trasfondo: estamos en plena campaña y cada acto se convierte en vidriera política. “Modo Emprender” fue un ejemplo más de cómo el municipio invierte tiempo y recursos en maquillaje electoral mientras las necesidades de fondo siguen postergadas. Una feria con más marketing que futuro.