El Gobierno Nacional pateó el tablero sindical y anunció, con bombos y decretos, que dejará de meter la cuchara en las elecciones gremiales. Con el flamante Decreto 342, publicado este miércoles, Milei y compañía decidieron correrse del escenario y dejar que los sindicatos resuelvan sus internas sin el ojo del Estado encima. En Casa Rosada lo venden como “libertad sindical”, pero en los pasillos gremiales muchos ya hablan de abandono.
Según la nueva normativa, el Ejecutivo solo meterá la cola si no queda nadie al mando y no hay estatuto que indique qué hacer. El resto, que se las arreglen. Además, los comicios deberán celebrarse en una sola jornada y no podrán mezclarse con las clásicas asambleas multitudinarias, a menos que haya una muy buena excusa. Adiós a los padrones fantasmas y los procesos eternos: la idea, dicen, es simplificar… aunque algunos lo ven como un pase de factura a los sindicatos díscolos.
Y como si fuera poco, el Gobierno también soltó la mano en la paritaria docente: el Consejo Federal de Educación se hará cargo de las negociaciones y la Secretaría de Educación solo entrará a escena para decir “no hay plata”. En otras palabras, Milei quiere un Estado delgado, pero los gremios temen quedar en bolas y a los gritos. ¿Libertad o lavada de manos? Dependerá de a quién le preguntes.