En un inesperado acto de valentía municipal, el intendente Arturo Rojas dejará por unas horas su trono en la Avenida 58 para instalar su tan promocionada “Oficina Móvil” en Quequén. Sí, leyó bien: el mismísimo jefe comunal promete escuchar reclamos en persona, como si no los hubiera ignorado desde su escritorio durante años. La cita es este jueves en la Delegación, donde se espera más promesas que soluciones.
La movida —bautizada con el creativo nombre de “Oficina Móvil”— ya recorrió algunos barrios con la eficacia de un folleto mojado. Ahora aterriza en Quequén, donde los vecinos podrán contarle cara a cara todo lo que ya deberían haberle dicho sus secretarios, asesores, coordinadores, y toda esa burocracia que parece vivir en otra ciudad. ¿Será que esta vez trae respuestas o solo la clásica libreta con cara de “tomamos nota”?
Mientras tanto, en las calles de Quequén los pozos se multiplican más rápido que las selfies de campaña, la inseguridad sigue campeando y la infraestructura brilla… por su ausencia. Pero bueno, al menos por un rato, Rojas promete hacer lo que debería haber hecho desde el día uno: escuchar. Ahora solo falta el otro detalle menor: que haga algo al respecto.