Se acabó eso de pagar y zafar. En la provincia de Buenos Aires se cocina una ley que promete cambiar el tablero: si manejás mal, no sacás la billetera… sacás el trapo de piso. El Senado bonaerense dio media sanción a un proyecto que impone trabajo comunitario como castigo para quienes cometan infracciones de tránsito. Atrás quedaron las multas automáticas: ahora te toca devolverle algo a la sociedad, con tus propias manos.
La idea viene del senador marplatense Ariel Bordaisco, que propone entre 2 y 20 horas de tareas solidarias fuera del horario laboral para los infractores. Desde limpiar espacios públicos hasta asistir en centros comunitarios, cada castigo será decidido por un juez, según la gravedad del error. Pero ojo: si fuiste un verdadero peligro al volante, podrías terminar prestando servicio en centros de rehabilitación para víctimas de accidentes de tránsito. Sí, vas a ver bien de cerca lo que causa tu imprudencia.
Este “castigo con conciencia” ya se aplica en otras partes del mundo y apunta a algo más profundo que recaudar: transformar a los conductores en ciudadanos responsables. Si Diputados da el visto bueno, Buenos Aires se unirá a la vanguardia global que cambia multas por reflexión y castigo económico por trabajo real. Así que la próxima vez que pienses en pasarte un semáforo, acordate: no te va a doler el bolsillo, pero sí la espalda.