El Puerto de Quequén volvió a convertirse en un hervidero de máquinas y operarios, con trabajos de mantenimiento que avanzan en puntos clave del complejo portuario. El objetivo es claro: dejar a punto la infraestructura para que la actividad no se detenga y acompañar el ritmo creciente de operaciones que pasan a diario por la estación marítima.
Las tareas se concentran en áreas estratégicas, elegidas por su impacto directo en la seguridad y en la logística. Desde el Consorcio de Gestión remarcan que no se trata de arreglos aislados, sino de un plan pensado para sostener la eficiencia del puerto y evitar contratiempos en un escenario de alta demanda.
Con intervenciones programadas y ejecutadas de forma escalonada, el ente portuario busca asegurar instalaciones en condiciones óptimas y un funcionamiento sin sobresaltos. La apuesta es mantener a Quequén competitivo, operativo y preparado para seguir siendo una pieza clave del movimiento portuario de la región.