Un ladrón de 31 años pensó que podía salirse con la suya tras desvalijar la casa de una jubilada de 75 años en el barrio Estación Quequén. Pero no contaba con que la Policía tenía ojos por todos lados. Gracias a cámaras de seguridad y testigos, lo fueron a buscar directo a su cueva en la calle 568 y lo sacaron esposado.
Durante el operativo, los agentes encontraron una de las piezas clave del atraco: la cartera de la víctima, que había sido denunciada como robada. El sujeto, que ahora enfrenta cargos por “robo”, quedó a disposición de la Fiscalía mientras la investigación sigue en marcha para recuperar el resto del botín.
La señora había salido de su casa por poco más de una hora. A la vuelta, la escena era digna de película: ventana forzada y todo revuelto. Pero la historia tuvo giro inesperado: los sabuesos de la Seccional Segunda lo rastrearon rapidito, lo acorralaron y ahora el tipo tiene más problemas que soluciones.
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