En una jugada insólita que mezcla gestión municipal con promociones de góndola, el intendente Arturo Rojas inauguró la nueva oficina de licencias de conducir… ¡dentro del Supermercado Toledo! Mientras los vecinos se adaptan al absurdo de tener que tramitar su registro entre góndolas de yerba y ofertas en fiambres, el jefe comunal celebró la medida como si hubiera reinventado la administración pública.
“Son oficinas espectaculares”, declaró Rojas con tono triunfal, como si haber mudado un servicio esencial a un local privado fuera digno de una medalla. Concejales, funcionarios y hasta empleados del súper aplaudieron la movida, que fue presentada como una muestra de “articulación público-privada” y no como lo que muchos vecinos ven: una improvisación disfrazada de innovación, donde el Estado cede espacio público y dignidad institucional por comodidad logística.
La secretaria de Gobierno, Paula Faramiñán, también sacó pecho por la mudanza, destacando simuladores, turneras y hasta el uso del auditorio del supermercado para dar charlas. Lo que no dicen es que ahora sacar la licencia implica pasear entre carritos, soportar música funcional y confiar en que el consultorio no quede al lado de la carnicería. Mientras tanto, Necochea sigue sin edificio propio para un trámite tan básico como este. Pero eso sí: podés hacerte el registro y comprar pan rallado, todo en la misma visita.