Una ráfaga de sirenas sacudió la tranquilidad de Quequén cuando la policía de la Comisaría Segunda irrumpió en tres domicilios de la calle 540. El operativo, de película, destapó la guarida de dos hombres de 33 y 27 años que venían sembrando el caos con una seguidilla de robos y hurtos durante todo agosto.
Dentro de las viviendas, los agentes se toparon con un verdadero “supermercado” de lo ajeno: herramientas, rollos de cables, ropa usada en los atracos, una pava eléctrica, un caloventor, un casco con protectores auditivos y hasta un mechero a gas. Todo lo denunciado como robado estaba ahí, como trofeos mal ganados, listos para ser recuperados.
Los sospechosos no tuvieron escapatoria. Fueron engrillados y trasladados directo a la comisaría, donde enfrentarán a la Justicia. En Quequén, la noticia corre como pólvora: los ladrones que creían tener el barrio en sus manos, hoy terminaron tras las rejas.