LA BÚSQUEDA NO SE DETIENE

El río Quequén volvió a ser escenario de una carrera contra el tiempo. Desde el domingo a la tarde, cuando un joven de 18 años se lanzó al agua frente al predio de Necopesca y no volvió a salir, el operativo no dio tregua. Embarcaciones, drones, rastrillajes por ambas orillas y la tensión creciente marcaron otra jornada sin respuestas, mientras el agua, imperturbable, sigue sin devolver señales.

En la oscuridad y con el correr de las horas, el despliegue se fue ampliando con la intervención de Bomberos, fuerzas de seguridad y la propia Prefectura Naval Argentina, que reforzó los recorridos acuáticos. Desde la costa, integrantes de Defensa Civil y personal policial avanzaron metro a metro por las márgenes, en una postal cargada de angustia, expectativa y miradas clavadas sobre la superficie del río.

A pesar del esfuerzo, el saldo sigue siendo el mismo: ninguna pista concreta. Desde Defensa Civil confirmaron que el rastrillaje continuará al menos otras 24 horas, con la esperanza de que algún indicio rompa el silencio del agua. Mientras tanto, la conmoción se expande por Quequén y Necochea, donde la vigilia se mezcla con el miedo, la fe y la pregunta que nadie logra responder.