Axel Kicillof desembarcó en Miramar para inaugurar un nuevo Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y, de paso, tirarle con munición gruesa a Javier Milei. Con una inversión de $1.393 millones, el flamante edificio promete descomprimir el hospital municipal y mejorar el sistema de salud local, algo que el gobernador aprovechó para contrastar con el “ajuste brutal” del Gobierno nacional.
“El camino que eligió Milei es paralizar y privatizar”, lanzó Kicillof frente a los vecinos y funcionarios, asegurando que cada vez más argentinos dependen del sistema público por no poder pagar la salud privada. La obra, que tiene 500 m², incluye consultorios, vacunatorio, dispensario y salas de espera, y llega como una bocanada de aire al distrito de General Alvarado.
Para cerrar, Kicillof firmó convenios para reforzar el programa Envión y dejar más infraestructura social en la zona, pero no se olvidó del tinte electoral: “La única alternativa que defiende la salud, la educación y el trabajo es votando a Fuerza Patria”, dijo, en un acto cargado de nombres propios y guiños de campaña.