El gobernador bonaerense Axel Kicillof volvió a subir la apuesta política y lanzó una bomba contra Javier Milei en plena recta final de campaña. Con una carta pública, responsabilizó al Presidente de cualquier disturbio que pueda ocurrir en el acto de cierre que La Libertad Avanza prepara en Moreno, llegando incluso a recomendar a los vecinos que no se acerquen. Según Kicillof, el evento está rodeado de “aspectos extraños y sospechosos” que ponen en riesgo la seguridad de la población.
Lejos de bajarle el tono, el mandatario bonaerense comparó lo que podría pasar en Moreno con incidentes ocurridos en otros distritos y acusó al gobierno nacional de utilizar “el caos y la violencia como estrategia de comunicación”. Además, apuntó contra la supuesta “desprotección” que acompaña cada caravana presidencial y aseguró que si no fuera por la Policía Bonaerense, los últimos episodios habrían terminado en desastre. Kicillof, en modo campaña, se mostró más preocupado por marcar responsabilidades que por garantizar un clima político sin sobresaltos.
El cierre de campaña de Milei en una simple cancha de fútbol cinco terminó de alimentar las suspicacias. Para Kicillof, el escenario elegido, los organizadores con “más prontuario que experiencia política” y las advertencias de posibles hechos violentos son una combinación peligrosa. Con un discurso que mezcla advertencias, acusaciones de corrupción y llamados al voto, el gobernador busca blindarse políticamente y poner al Presidente en el banquillo de los acusados antes de que la gente vaya a las urnas.