En un nuevo intento por mostrar algo de sensibilidad social sin tocar el presupuesto real, los concejales Bartolomé Zubillaga y Guillermo Sánchez, del bloque Avanza Necochea, presentaron una propuesta que mezcla buenas intenciones con rebajas fiscales. El plan: dar descuentos en la Tasa de Seguridad e Higiene a empleadores que incorporen personas con discapacidad. ¿Un gesto inclusivo o una estrategia con olor a campaña?
Los ediles celebraron que el resto del Concejo Deliberante accediera a tratar la iniciativa, que —según ellos— podría convertir a Necochea en un “distrito inclusivo”. Lo curioso es que esta misma propuesta ya había sido rechazada cuando intentaron colarla en los pliegos de concesiones. Ahora, con el clima electoral cada vez más espeso, reaparece como una carta salvadora de imagen.
Mientras se habla de responsabilidad social y de “traer inversión y crecimiento económico”, el municipio aún no puede garantizar rampas en las veredas, accesibilidad en los edificios públicos ni empleo genuino sin precarización. Eso sí: si todo sale bien, algunos empresarios se ahorrarán unos pesos. ¿Y las personas con discapacidad? Que esperen a ver si el descuento se convierte en trabajo real o en una linda frase para el boletín oficial.