El 171° aniversario de Quequén terminó pareciéndose más a un acto de campaña que a una celebración popular. Con el grupo 18 Kilates como atracción estelar, la plaza Hipólito Yrigoyen se llenó de música, luces y despliegue técnico digno de un festival internacional. Pero detrás del show y de la emoción de los vecinos, quedó flotando una pregunta incómoda: ¿cuánto costó realmente este espectáculo y quién lo paga?
Maxi Kilates agradeció la ovación del público y habló de la alegría de “ser partícipes de algo tan importante”, mientras el intendente Arturo Rojas y su equipo se mostraban sonrientes en primera fila. El despliegue incluyó escenario gigante, sonido de última generación y toda la logística de un recital que no escatimó en gastos, justo en medio de una campaña electoral donde cada gesto se lee como propaganda disfrazada de fiesta.
El show fue presentado como “un regalo para la gente”, pero muchos vecinos ya señalan que la verdadera intención es apuntalar la imagen del oficialismo con recursos públicos. Luces, artistas y promesas de más actividades culturales forman parte de un combo que, aunque genera alegría en el momento, deja tras de sí la sombra de un gasto millonario que se justifica en nombre de la campaña. Una celebración que terminó siendo más política que popular.