La fiebre por El Eternauta no para: con la serie arrasando en Netflix y trepando al podio global de lo más visto, el clásico de Héctor Germán Oesterheld desapareció de las estanterías como si una nevada tóxica se lo hubiera llevado. Las librerías de todo el país están secas: ni un ejemplar. Y los libreros, en modo apocalipsis, ruegan que Editorial Planeta reaccione más rápido que Juan Salvo ante una invasión alienígena.
Durante abril ya se notaba el temblor, pero el estreno de la serie fue el verdadero cataclismo. En un solo fin de semana se vendieron más de 70 copias en algunos locales, y desde entonces las consultas no paran. Los precios subieron como el rating: de 20 a 23 mil pesos antes del desabastecimiento. Y ahora los fanáticos, al no conseguir el tomo original, se lanzan a buscar desesperadamente El Eternauta II, esa secuela setentosa que muchos conocían sólo de oídas… y que ahora también vuela de los estantes.
Mientras tanto, los libreros cuentan anécdotas de lectores pidiendo cualquier cosa firmada por Oesterheld, incluso aunque no entiendan qué es una resistencia en clave de historieta. El fenómeno es total: del streaming a las páginas, El Eternauta no sólo volvió… arrasó. Y si no apurás tu ejemplar, quizás te toque leerlo por partes… en Mercado Libre a precio de oro.