¡Necochea está de fiesta! Juan Bautista “Jonito” De Benedictis volvió a rugir como los grandes del TC y se llevó una victoria electrizante en Toay, cortando una sequía de más de 1.100 días sin subir a lo más alto del podio. Con un Ford Mustang que voló bajo, el piloto dominó la pista pampeana con estrategia, frialdad y mucha garra.
La carrera no dio respiro: 45 vueltas, recarga de combustible y un momento clave en la vuelta 11 que cambió todo. De Benedictis aprovechó la neutralización, clavó una parada de manual en boxes y salió disparado rumbo a la gloria. Paró el reloj en 59 minutos y 54 segundos, dejando a todos atrás con un promedio demoledor de casi 187 km/h. “Es el premio a nunca bajar los brazos”, dijo emocionado tras cruzar la meta, en un momento que quedará grabado en la historia del automovilismo nacional.
Pero eso no fue todo: el triunfo coincidió con los 30 años de la última victoria de su papá, el legendario Johnny De Benedictis, quien lo abrazó con lágrimas en los boxes. Segundo quedó Marcos Landa con su Camaro, y tercero Marcelo Agrelo al volante del Toyota. Jonito no solo se llevó el trofeo, se llevó el corazón de todos. ¿Vuelve a pelear el campeonato? Apostá que sí.