La novela de las concesiones en la costa sumó un nuevo capítulo oscuro: la licitación para explotar el balneario “Terrazas” se vino abajo tras rechazarse las dos ofertas que se habían presentado. ¿El motivo oficial? Faltaba documentación contable. ¿La lectura entre líneas? Muchos ya hablan de maniobras turbias y un proceso que huele más a misterio que a simple burocracia.
El acto, realizado en la Municipalidad, contó con la presencia de la comisión evaluadora que, tras revisar los papeles, decidió tirar todo por la borda. Ni la empresa que viene manejando el complejo desde 2004 ni un empresario con experiencia en balnearios pudieron superar el filtro. Lo curioso es que ni siquiera se abrieron los sobres con las ofertas económicas y los planes de obra. Todo se frenó en seco, como si alguien prefiriera mantener en secreto los números que realmente importan.
Ahora prometen una “nueva licitación a la brevedad”, justo cuando el verano está a la vuelta de la esquina. Pero entre el apuro, los pliegos que se vuelven a vender y los oferentes que deberán volver a empezar de cero, las dudas crecen: ¿estamos ante simples errores administrativos o frente a un sistema de licitaciones hecho a medida de alguien? La costa espera respuestas, pero por ahora lo único seguro es que el reloj sigue corriendo.